¿Qué es el Estrés?
Es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada.
El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, a pesar de lo cual hoy en día se confunde con una patología. Esta confusión se debe a que este mecanismo de defensa puede acabar, bajo determinadas circunstancias frecuentes en ciertos modos de vida, desencadenando problemas graves de salud. Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano.
Concretamente el estrés es parte de la vida misma, sus características principales son de orden físico, químico, mental, emocional y espiritual. Son las pruebas, los retos y los cambios, los factores que se manifiestan en nuestro cuerpo y mente como reacciones psicosomáticas o somato psicológicas, es decir, que lo que afecta a nuestra mente afecta nuestro cuerpo y viceversa.
Aspecto Físico
Todo lo relacionado con golpes, caídas, tropezones, fracturas, desgarres o esguinces musculares, por esfuerzo físico o en los deportes e incluso en la práctica de ejercicio físico o la falta de este.
Aspecto Químico
La contaminación directa o indirecta de nuestro organismo; aire y agua contaminados como en las grandes urbes, comida chatarra, drogas toxicas, como alcohol, tabaco, café, inhalantes, anfetaminas, medicamentos antidepresivos, paliativos, estimulantes, tranquilizantes, reguladores de alta y baja presión arterial, antihistamínicos, antibióticos, vacunas, hemodinámicos y hemostáticos (aceleradores o depresores del sistema respiratorio y cardio vascular), azúcar y productos farináceos refinados, así como sabores y colorantes artificiales, exceso de sodio en los alimentos (sal).
Aspecto Mental y Emocional
Cuando no somos aptos de resolver nuestros propios problemas mentales o emocionales, nos convertimos en victimas del estrés, y emotivamente nos afecta: los conflictos con el conyugue, los hijos, amigos o parientes, dificultad en el empleo, preocupación por el futuro, la llegada de un nuevo miembro en la familia, la pérdida de un ser querido, divorcio, reconciliación marital, etc.
Aspecto Espiritual
Al ser egoístas, celosos, envidiosos, el no compartir o ayudar cuando podemos hacerlo (apatía), el ser injustos, holgazanes, hablar mal de los demás inmorales (infidelidad, deshonestidad, deslealtad, etc.), lujuriosos, ambición material desmedida, avaros, etc. en pocas palabras, la falta de AMOR a nuestros semejantes y a DIOS por supuesto, contaminan a nuestro espíritu, que es fuente divina y emanadora de vida.